!Ayayai! Encontramos las fotos de la visita al beneficio de café...así que regresamos tres países a El Salvador: Mario Álvarez nos dio un tour en la finca y procesadora de café El Borbollón. Para cualquiera que disfruta del café esta visita inspira mayor apreciación del montón de trabajo que toma cada taza de café diaria. Iniciando con las semillas, y el cuidado y mantenimiento de las plantas, la cosecha, limpieza y secado del grano, selección empaque y despacho cada grano de café requiere el trabajo y cuidado de muchas manos trabajadoras.
De regreso en Costa Rica: Decidimos ir a la Finca Cañas Castilla después de leerlo en el segundo libro de Wolfgang Zellinger (a quien conocimos en Cholula, México; Él y su esposa, Anni, llevan 10 años viajando por tierra). ¡de verdad, valió la pena! La Finca ofrece estupendos desayunos y cenas, cabañas con baño privado, cabalgatas con guía, e incontable variedad de flora y fauna dentro y en los alrededores. Todo el mundo disfruta de los chillidos de los monos del congo aunque puede que l alarmen en la madrugada. La finca puede acomodar algunas casa rodantes pequeñas. A una corta distancia de la Finca esta el Parque Nacional de la Vieja lleno de aspectos volcánicos como fumarolas de azufre, pailas de lodo y de agua.
Al regreso a la Panamericana vimos el Hotel y Campamento “el Sol Verde” cuyos dueños Ingrid y Gerard vanVuuren son holandeses. Un sitio tranquilo para acampar con desayuno y cena si se desea. Esta diseñado para tiendas de campaña pero también acepta pequeñas casas rodantes. Los servicios son limpios y prácticos y tienen hasta agua caliente.
De aquí continuamos hacia el sur por la costa Pacifica de Costa Rica. Llegamos hasta Uvita a unos 130 kilómetros de la frontera con Panamá. Nos hubiera rendido mas el tiempo si no fuera por los 44 kilómetros de la terrible carretera entre Quepos y Dominical, nos tomo dos horas esta distancia.
Para nuestra fortuna y con la ayuda del Tourist Information Center in Uvita (la dueña es colombiana) encontramos el Hotel Sueños Tranquilos y Restaurante Delicias De Mi Tierra y a su administrador Raul, dedicado a servir a sus huéspedes. En la tarde empezó a llover y después de 12 horas de continuo aguacero una gotera se presento a las 5:00 de la mañana sobre la cama.
Raul nos permitió estacionarnos debajo de un techo que tiene detrás del restaurante y así controlar la entrada del agua y poner las cosas a secar. Hoy Lunes ya ha dejado de llover.
La lluvia creo inundaciones al sur de aquí evitándonos salir; sin embargo, esperamos estar en Panamá esta semana. Nos comunicaremos de nuevo desde allá.
Tuesday, December 2, 2008
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